Lo estoy, realmente lo estoy. Desde hace años veo como por toda Europa y por toda España ideas fascistas, ultranacionalistas y neoconservadoras son capaces de engañar a miles y millones de votantes diciéndoles que son la solución a los problemas que ellos han creado. Hasta ahora estaba orgulloso de la gente de Huércal-Overa, y de Andalucía, porque buscaban su progreso. Hoy no. Hoy estoy indignado con esa gente que, ejerciendo su derecho universal y siguiendo la ola que recorre el planeta como un tsunami, han decido que prefieren el progreso y el beneficio de unos pocos, justo los que nos han traído todos los problemas económicos y sociales que sufrimos.
¿Hasta cuándo os vais a dejar engañar?