viernes, 15 de julio de 2011

Sin noticias de Islandia

(recibido por correo)

Si alguien cree que no hay censura en la actualidad, que me diga si así  como se ha sabido todo lo que pasa en Egipto, como es qué los periódicos no han  dicho nada sobre lo que pasa en Islandia En Islandia, el pueblo ha hecho dimitir a un gobierno al completo, se nacionalizaron los principales bancos,  se decidió no pagar la deuda que estos han creado con Gran Bretaña y Holanda a causa de su mala  política financiera y se acaba de crear una asamblea popular para reescribir su constitución. Y todo ello de forma pacífica. Toda una revolución contra  el poder que nos ha conducido hasta la crisis actual.
  He aquí, por qué no se han dado a conocer hechos durante dos años :
  ¿Qué pasaría si el resto de ciudadanos europeos tomaran ejemplo?

     Esta es, brevemente, la historia de los hechos:
 
  2008. Se nacionaliza el principal banco del país. La moneda se desploma, la   bolsa suspende su actividad. El país está en bancarrota.
    
  2009. Las protestas ciudadanas frente al parlamento logran que se convoquen  elecciones anticipadas y provocan la dimisión del Primer  Ministro, y de todo su gobierno en bloque. Continúa la pésima situación   económica del país.
  Mediante una ley se propone la devolución de la deuda a GB y  Holanda mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarán todos   las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de 
  interés.
    
    
     2010. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a  referéndum. En enero de 2010 el Presidente, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular.  En marzo se celebra el referéndum y el NO al pago de la deuda arrasa con ¡un 93%! de los votos. A todo esto, el gobierno ha iniciado! una investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis. Comienzan las  detenciones de varios banqueros y altos ejecutivos. La Interpol dicta   una orden, y todos los banqueros implicados, abandonan el país.
    
    
     En este contexto de crisis, se elige una asamblea para redactar una nueva  constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis y que  sustituya a la actual, una copia de la constitución danesa.  Para ello, se recurre directamente al pueblo. Se eligen 25 ciudadanos sin  filiación política de los 522 que se han presentado a las candidaturas,  para lo cual sólo era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30  personas.
    
     La asamblea constitucional comenzará su trabajo en febrero de 2011 y  presentará un proyecto de carta magna a partir de las recomendaciones  consensuadas en distintas asambleas que se celebrarán por todo el país.
    
     Deberá ser aprobada por el actual Parlamento y por el que se constituya   tras las próximas elecciones legislativas.
    
     Esta es la breve historia de la Revolución Islandesa : dimisión de todo  un gobierno en bloque, nacionalización de la banca,  referéndum para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas   trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis y reescritura  de la constitución por los ciudadanos.
    
     ¿Se nos ha hablado de esto en los medios de comunicación europeos?
    
     ¿Se ha comentado en las tertulias políticas radiofónicas?
    
    
     ¿Se han visto imágenes de los hechos por la TV? Poco o nada.
    
    
     El pueblo islandés ha sabido dar una lección a toda Europa, plantándole  cara al sistema y dando una lección de democracia al resto del mundo.

miércoles, 13 de julio de 2011

La crisis de la deuda en cinco preguntas, por Escolar

La crisis de la deuda en cinco preguntas


1. ¿Qué clase de unión inane tiene Europa cuando es incapaz de solucionar una crisis provocada por el rescate de un país tan pequeño como Grecia, que sólo supone el 2% del PIB europeo?
2. ¿Por qué se ponen condiciones leoninas para el rescate a los ciudadanos griegos (unos 110.000 millones en préstamos) y, sin embargo, fue incondicional el salvavidas lanzado a los banqueros europeos (311.400 millones en inyecciones directas de capital y un total de 3,7 billones de euros sobre la mesa, si contamos también avales, préstamos y otras ayudas)? ¿Por qué apenas se exigieron “reformas estructurales” al irresponsable sector financiero?
3. Después de casi tres años de sacrificios para “calmar” –sin éxito– a los mercados, ¿qué más pruebas necesitamos de que esta política de la austeridad anoréxica no funciona? Si el problema fundamental es el miedo de los inversores a un impago por la falta de crecimiento, ¿cómo puede ser la solución una política de ajustes que congela el gasto público y, como consecuencia, gripa la recuperación de la economía?
4. ¿Cuántos “lunes negros” más son necesarios para que Angela Merkel afloje la mano y permita a la UE y al Banco Central Europeo hundir a los especuladores? ¿Harán falta dos nuevas guerras mundiales y otra gran depresión para recuperar la solidaridad europea?
5. Si, como dice el PP, la solución a la crisis de la deuda es tan simple como adelantar las elecciones y echar al Gobierno, ¿por qué Portugal, que convocó elecciones anticipadas y cambió un gobierno socialista por otro de derechas hace un mes y medio, es hoy un bono basura? ¿También tiene la culpa Zapatero (o Rubalcaba) de la situación de Italia?



martes, 12 de julio de 2011

Primer mes de gobierno en Huércal-Overa

Después de un mes, el rumbo de la nueva corporación municipal en Huércal-Overa parece tan claro como antes de tomar posesión.
Todavía no voy a empezar a criticar lo que han hecho mal, con o sin intención.
Ahora, un mes después, es momento de decir las cosas buenas que han hecho, absolutamente ninguna. Nada. Nada de nada. Huércal no se merece esto.
¿O alguien puede decir Lo contrario?

sábado, 9 de julio de 2011

LA IZQUIERDA ENJAULADA de Andrés Perelló, eurodiputado, miembro de IS-PSOE


LA IZQUIERDA ENJAULADA

Andrés Perelló, eurodiputado, miembro de IS-PSOE


Caído el muro de Berlín y descubierto el gran vacío que se abría en los países de la órbita soviética, la izquierda democrática mostró su alegría comprobando que no estaba equivocada al defender que la igualdad sin libertad era una ficción.

Pero la derecha, más que alegría, mostró su disposición a apedrear con los cascotes del muro a todo lo que, a su juicio, pudiera tener alguna proximidad con lo que había detrás de él y, por supuesto, el socialismo democrático para ellos no era más que una vertiente del comunismo con el que alguna vez tuvo que pactar frente a los temores cercanos de detrás del muro. La izquierda europea se manifestó sorprendida porque seguramente siempre sobrevaloró el talante democrático de las derechas europeas. Quizá fue un error que luego afectó a su estrategia política.

Posteriormente cayó otro muro, el de Wall Street. Y aquí, menos aún la izquierda pudo prever que la actitud de la derecha seria la misma, correr a pedradas a la izquierda con sus cascotes.  Como si los culpables del fracaso del capitalismo especulador fueran los socialistas, en vez de los cachorros de las familias más elitistas de las derechas mundiales instalados en los consejos de administración de los grandes bancos y corporaciones financieras, ávidos de riqueza rápida y carentes de cualquier escrúpulo a la hora de alcanzarla en el menor tiempo posible.

Poderes mediáticos, agencias de calificación, partidos de la derecha, en perfecta sintonía, no siempre bien disimulada, han logrado ir haciendo retroceder a la izquierda socialdemócrata hasta meterla en una jaula.

El último empujón lo intentan ahora con Grecia, Portugal y España. Que no quede ni uno en el poder, es la consigna. A ello han colaborado los inventos de las terceras vías, los discursos de imitación del neoliberalismo, las escasas ganas de combatir, y la funcionarización de la política a la que nos han conducido algunos líderes socialdemócratas europeos, alejándonos de nuestros aliados naturales en la sociedad que, desencantados, han ido desertando del apoyo electoral al proyecto socialista  a millones.

Creer que imitando a la derecha en nuestros comportamientos internos y en algunas de nuestras políticas: supresión de impuestos de patrimonio, condescendencia con jerarquías eclesiásticas, empresariales y financieras... por citar algunas, iba a darnos los mismos rendimientos que a los partidos conservadores era, más que un error notable, una negligencia política propia de novatos de los que se creen que todo el monte es orégano en política, o de los que consideran que un cargo público es lo mismo que una plaza de funcionario.

Cuando un gobierno de izquierdas, por la razón que sea, ha de aplicar políticas neoliberales, y decir que son en esta coyuntura “las únicas posibles” lleva a los progresistas a pensar que si eso es verdad, lo mejor es que esas políticas las hagan lo neoliberales, y que cuando sean posible políticas progresistas, ya votarán a la izquierda. Ya no vale pedir el voto para “ocupar el poder” porque se es socialista, si se ha de hacer lo mismo que haría un partido de derechas decente. Hay que apuntar maneras, antes y durante el periodo de gobierno. En la era de la comunicación, las redes sociales, y la transparencia, ya no se puede tener modelos de partidos contradictorios con lo que se quiere para la sociedad. Sí importa y mucho, por ejemplo, cómo funciona la democracia interna en un partido, a la hora de considerar como trabajará la externa, qué valor tiene la participación de sus militantes, y tantas cosas que deben ser ejemplo para la sociedad.

Eso está en el sustrato de las demandas que amplios sectores sociales, sobre todo jóvenes, plantean en calles y plazas, evidenciando que no ven con claridad que con su actual funcionamiento los partidos políticos puedan serles útiles, sobre todo los de izquierdas, que a los que piden más, y en los que es evidente que no hay un debate profundo desde las bases desde hace muchos años, y que las tomas de decisión en asuntos vitales se concentran en muy pocas manos. La cosa en asambleas y congresos no pasa mucho más allá de seleccionar liderazgos, unas veces con más fortuna que otras. Las élites dirigentes y los equipos de asesores y mercadotecnia se encargan del resto.

No hay salida posible de la jaula si quienes han de abrir la puerta son los que están fuera mirándonos desde calles y plazas, y no ven que el rearme ideológico va en serio, que existe el compromiso de encontrar otras políticas posibles y alternativas a las dictadas por los mercados y las derechas europeas, apalancadas en unas instituciones que utilizan de manera diestra para la consecución de sus fines como nunca lo hizo la izquierda socialdemócrata. Habrá que dar muchas evidencias de cambio y compromiso, para que quienes tienen que abrir la jaula desde fuera con su complicidad electoral lo hagan antes que sea demasiado tarde.

Democracia participativa, profunda reforma de la Ley Electoral,  Tasa Financiera, dación de la vivienda en pago, no a un pacto del euro carente de compromiso social,  reparto del trabajo, impuestos al patrimonio y al capital especulativo,  transparencia institucional, refuerzo de las libertades religiosa, de expresión, circulación; defensa de los servicios públicos esenciales: sanidad ,educación y servicios sociales; renta básica de ciudadanía, políticas efectivas de igualdad, incremento de becas y medidas de fomento del empleo juvenil, revisión de la política nuclear, lucha contra el cambio climático....y muchas más,  han de volver a ser compromisos claros, definidos y defendidos, por todos los partidos socialistas y socialdemócratas europeos, desde la oposición y desde el gobierno. Hay otras políticas posibles, costosas, sí, que solo son posibles con apoyos mayoritarios claros, también. Pero no se puede esperar que sea la sociedad, los electores los que den el primer paso para que se pueda recuperar la confianza en la política y el crédito en los políticos.  Ellos lo están dando para exigir esos cambios.

Corresponde a quienes hemos decidido ser vanguardia, por militar en partidos políticos darlo; más aún si administramos cargos públicos por propia voluntad. Nadie nos obliga a ser diputados. Si nos vemos incapaces de sostener esa lucha democrática hasta llegarnos a convertir en ujieres de la política al servicio de los mercados es mejor que lo dejemos. De lo contrario nadie abrirá la puerta de la jaula desde fuera para que la izquierda salga, ocupe el poder y se preocupe desde él de transformar lo que queda pendiente y las regresiones, ya demasiadas,  a las que la derechas económica, financiera, mediática y política nos han llevado. Es un gran debate, es un gran reto. Quien no esté dispuesto a darlo haría bien en dar un paso atrás o cambiar de acera. En la de la derecha encontrará triunfos y éxito. Una vida más fácil. Tan solo es cuestión de aletargar la conciencia para poderlo resistir. Algunos preferimos dedicar ese esfuerzo a salir de la jaula.
Leer LA IZQUIERDA ENJAULADA en ISCHADIA PROGRESISTA